jueves, 24 de julio de 2014

Hace cuatro lunas mi sangre no corre por mis piernas...

Hace cuatro lunas mi sangre no corre por mis piernas.

Hace cuatro lunas que no logro expresar con palabras lo que mi cuerpo está viviendo y sintiendo.

Hace cuatro lunas vivo en un cuerpo que crece y  se expande, haciendo hueco a una vida que vive en mi, una vida que no me pertenece, pero que de momento se hace una con mi cuerpo y con mi alma. Un Universo se expande en mí, con sus lunas, sus soles, sus estrellas, sus planetas, sus galaxias...

Hace cuatro lunas que soy otra siendo yo misma.

Hace cuatro lunas que mi útero late al ritmo de dos corazones, unidos por un hilo de sangre.

Justo en ese momento, en esa primera luna, lo supe, me dije: ahora soy dos siendo una, ahora un ser crece en mi con todo el permiso de la vida y el respeto de la Madre Tierra.

Mirando a esa gran luna preñada supe que estabas ahí acariciando con tu presencia mi esencia.

Algo dentro me dijo que había que retomar un camino único en el que ya no sólo estaba yo. Un camino de dudas y emociones varias: miedos y alegrías.

Hace 4 lunas que una llama de alegría se ha prendido en mi útero, una alegría inmensa difícil de describir si no es con el alma.


Hubo otras lunas en las que tenía el útero llenito de otras cosas, no había sitio para casi nada, ni para mí o igual sí.

Un útero ocupado por un gran estanque de agua roja con torbellinos, remolinos, fantasmas, peces de colores, un unicornio sin cornio, piedras de luna, trozos de nubes, rayos, truenos y relámpagos, muñecas rotas, zapatos rojos sin cordones, libros sin letras, creaciones inacabadas, proyectos sin proyectar, un lápiz de madera mordido, fotos, recuerdos, miedos, luchas internas, unas brujas voladoras, una escoba, cienmil sapos, aúllidos de lobas, una exploradora perdida, cuentos sin protagonista y una herida sangrante que precisa ser curada. Con tanto alboroto en mi útero no había espacio para nada más.

Además en él se infiltraron batas blancas que me contaron historias de cuerpos que llegaban a su ocaso, que necesitaban agujas, hormonas y controles controlados, cuerpos como el mío ya encasillado con la etiqueta de la endometriosis, de un cuerpo incapaz de crear por sí solo... Historias que me creía...

¿Con todo esto quién puede crear?

Pero mi cuerpo se pronunció con un rotundo NO y eligió el camino de la confianza en su propia sabiduría y en el dejar espacios.

Entonces llegó el día de coger la escoba de bruja y barrer y barrer eliminando todo lo sobrante dando gracias con un gran adios en la boca.


Ya está, ahora que hay espacio, sólo queda escuchar mi sonido, mi latido, mi llamada...ahora toca escuchar mi cuerpo y confiar en él, es el camino de la revolución, del cambio, de remover lo estancado. Ahora todo es más fácil mi cuerpo se alinea con mi mente, con mi corazón y con mi alma. Confío en mi cuerpo porque es sabio y sabe qué tiene que hacer.

En ese momento de la escucha mi cuerpo descansó y se preparó para el dulce trabajo.

Confiar en el cuerpo es el camino de la revolución. En mi cuerpo empieza mi revolución.  Y ahora hace cuatro  lunas que en mi cuerpo se está fraguando un universo de vida por explorar.

Algún día, no muy lejano en el tiempo, os contaré cuentos, aventuras y desventuras de un cuerpo que confió en que es posible creer y crear aunque nadie lo creyera, ni tan siquiera él mismo.  

Siempre con amor.









miércoles, 9 de abril de 2014

Adiós a la perfección!

No soy perfecta (ni quiero)

Soy absoluta y completamente imperfecta.

Me tiro pedos, tengo pelos en las piernas y en las ingles, y en muchísimas partes de mi cuerpo, tengo  michelines, grasa, celulitis, no tengo la talla 38, ni la 40, y casi nunca entro en la 42, ni entro en las tallas  ni patrones establecidos, digo palabrostias, soy insegura, me río a carcajadas, estornudo estruenduosamente, soy prepotente, muy reflexiva, a veces impulsiva, hago la payasa, me siento con las piernas abiertas, no llevo tacones, voy con las uñas sin pintar, me pinto los ojos y me peino dos minutos, no levito cuando camino, no soy sumisa, digo que no muchas veces al día, protesto, protesto y protesto, soy irreverente, voy por libre, no comulgo ningún dogma, no me uno a asociaciones, no pertenezco a nadie más que a mí, mi cuerpo es mío, soy una tocapelotas..............

Me alejo de la mujer que nos venden como ideal y espero que vosotras también.

Adiós a la perfección!


Pero sobre todo y ante todo, soy todo lo libre que puedo y me dejan, y eso claro, no mola.

Así que desde este espacio os animo a que conmigo ejerzamos nuestro poder de actuar y de decidir libremente sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos.

Digamos no mil y una veces si no es la palabra que queremos decir.

Seamos bordes y maleducadas si han sido violados nuestros derechos y si no nos sentimos a gusto con algo.

No seamos sumisas, eso nunca, es el principio del fin, el principio de la esclavitud.

No me creo esa imagen de mujer dispuesta, abierta, sumisa, vulnerable, sin curvas, desapropiada de su cuerpo y de su alma, que nos venden. YO NO SOY ESO. ME NIEGO.

NO SOY PERFECTA NI QUIERO, porque si ser perfecta es ser SUMISA, SER OBJETO DE DESEO, SER SIMPLEMENTE OBJETO, NO QUIERO SER ESO QUE EL PATRIARCADO PINTA COMO LA MUJER IDEAL Y PERFECTA, no quiero aspirar a ser una mujer con aspecto de eterna adolescente solo para gustar a unos señores que no se preocupan por mis derechos, NO SOY PERFECTA NI LO QUIERO SER, ME REBELO,  ME LIBERO, PIENSO DESDE MÍ Y ACTÚO.

Una mujer que piensa por sí misma, actúa desde su corazón, ama su cuerpo y se ama a si misma como es, es una mujer libre y amenazante a la vez.

Mi guiño a las MUJERES IMPERFECTAS, gracias por ser mi inspiración ;)

Adiós a la perfección y bienvenida a la imperfección si esta implica ser auténtica y como me salga del chichi.







viernes, 7 de marzo de 2014

Mi Mujer y sus espirales...

Foto: Mi mujer de las caderas redondeadas y pechos rebosantes siguen sinuosos el movimiento infinito de las espirales.
Mi mujer curvosa quiere salir y mostrarse libre y salvaje, sin miedos, y esquivar sabiamente como una loba las voces disonantes.
Mi mujer rotunda quiere correr por la selva dejando su huella y su olor a libertad.
Mi mujer libre no tiene miedos, danza al son de la luna, siempre en infinita danza.
Mi mujer sabia conoce bien el territorio y sabe cómo defenderse.
Mi gran mujer se ama, escucha su cuerpo y venera la tierra que pisa.
Mi anciana mujer está deseosa de cantar desde el vientre con su amado fuego.
Es hora de danzar con cuerpos libres al son del latido de la Tierra.
Acuarelas Cuerpo en Espiral. María Macías



Mi mujer de las caderas redondeadas y pechos rebosantes siguen sinuosos el movimiento infinito de las espirales.
Mi mujer curvosa quiere salir y mostrarse libre y salvaje, sin miedos, y esquivar sabiamente como una loba las voces disonantes.
Mi mujer rotunda quiere correr por la selva dejando su huella y su olor a libertad.
Mi mujer libre no tiene miedos, danza al son de la luna, siempre en infinita danza.
Mi mujer sabia conoce bien el territorio y sabe cómo defenderse.
Mi gran mujer se ama, escucha su cuerpo y venera la tierra que pisa.
Mi anciana mujer está deseosa de cantar desde el vientre con su amado fuego.
Es hora de danzar con cuerpos libres al son del latido de la Tierra.


jueves, 20 de febrero de 2014

A vueltas con la maternidad: ser o no ser madre

Llevo unos días con algo dentro que no encuentro manera de expresar, tiene que ver con la maternidad, y en concreto con las distintas voces que se han alzado sobre la misma.
No soy madre, y siendo sincera conmigo misma, añoro y deseo serlo con todas las fuerzas de mi vida, no se si es fruto de un constructo social, de una creencia que se me ha grabado a fuego o parte natural de mi instinto como mujer mamífera. Quizá sea un batiburrillo de todas ellas y muchas más las que me impulsan a serlo.
Siento un revoltijo dentro con este tema, no tengo muy claro qué hay en mí de puro y qué hay en mi de influencia externa, pero a estas alturas me da igual. Soy mujer, con 37 años (casi 38), me siento feliz con mi cuerpo, con mi ser, con mi alma y además quiero engendrar vida. Crear vida en mi y para el mundo. Puede sonar antiguo y no progre, pero me da igual, porque creo que tiene que ser cada una de nosotras la que defina su propia maternidad, no permitir que nadie le defina cómo ser o no ser madre. Hay tantas opciones como mujeres pueblan el planeta. Desde hace tiempo no paro de pensar en los millones de niñas, adolescentes y mujeres adultas que no tienen opción de elegir, la maternidad les viene impuesta. Eso si es terrible. Por todas ellas y por nuestra suerte (dentro de lo que cabe porque aquí estamos presas de otro tipo de cadenas más sutiles) les debemos respetarnos las unas a las otras, dar cabida a cuantas opciones, opiniones y experiencias haya, una por cada mujer.
Jamás me atreveré a decirle a una mujer que es lo que tiene que hacer con su cuerpo y si es más o menos mujer por ser o no madre, o por parir de una u otra manera, o por llevar falda  larga, corta o pantalones, o por llevar o no ropa interior...Si que lucharé porque cada una de nosotras y porque nuestras hijas puedan elegir, puedar ser y expresarse libremente y puedan decidir, con el apoyo de una red de mujeres y hombres solidarios y comprometidxs. Quizá sea una soñadora pero me encanta creer que cada segundo tenemos la oportunidad de crear y cambiar nuestra vida.
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Imagen extraída del cortometraje denominado SER O NO SER MADRE
Admiro profundamente a todas las mujeres de mi vida: mi madre, hermanas, tías, primas, abuelas, bisabuelas, tatarabuelas....a todas y a cada una de ellas has el inicio de los tiempos, por toda su implicación (aunque fuera dudosamente libre), su dedicación, su entrega, su amor... también por su lucha, por su valentía y rebeldía en mundos no fáciles para ellas. Todas ellas son mujeres y madres, o madre y mujeres. Pero también admiro a aquellas mujeres que han decidido no ser madres libremente y desde lo más interno de su ser.
La maternidad no nos define como mujeres, considero que la maternidad es una condición biológica-innata más, somos mamíferas y tenemos la oportunidad de engendrar vida porque estamos diseñadas para hacerlo, pero creo que podemos engendrar vida de muchas maneras, a veces sin necesidad de parir una criatura.
Sea como fuere, soltemos lastre, tensiones, luchas entre nosotras y centrémonos en generar círculos de apoyo y redes en los que haya cabida todo tipo de opciones y de debates. No es un tema fácil porque en él se inmiscuyen los gobiernos, los intereses económicos de las grandes empresas y las diferentes organizaciones religiosas. Además nos toca desde muy dentro, directamente al úterom y lo relacionamos con la falta o coartación de nuestra libertad. Nos toca redefinirnos y reinventarnos. No permitamos que nos definan otros ni que decidan qué y que no es una mujer, o qué es o no es una madre. Nuestro cuerpo es nuestro y por ahí empieza la revolución, apropiándonos y responsabilizandonos de él.
No creo que tengamos que enfrentarnos de manera fiera entre nosotras ni enarbolar otra bandera que no sea la de nuestra propia libertad de ser y de expresarnos desde nosotras mismas, con la menor contaminación posible del exterior.
Seguiré y seguiremos a vueltas con el tema de la maternidad....eso es lo hermoso que las cosas se muevan y no crear estancos. El movimiento nos da aire, vida y libertad.


martes, 21 de enero de 2014

Mi regla es roja no azul y huele a sangre no a nubes....

¿A qué huele mi menstruación? ¿A nubes? Nooooo, a sangre ferrosa...

¿De qué color es mi sangre menstrual? ¿Azul? Noooooo, es roja...

¿Qué pasa si no me pongo una compresa o un tampón? ¿Me mancho? Nooo, simplemente sangro...



Fijaos en la imagen que quieren imponernos en los anuncios sobre las mujeres y su menstruación: no hay olor, no hay color, no hay sabor, no hay tacto, no hay sonidos....Nada más lejos....Esto supone la desconexión con nuestro ciclo. Y aún hay más, la desconexión y desconocimiento total sobre nuestro ciclo se fomenta con un aislante tóxico que sirve de obstáculo para poder ver nuestro sangrado y conocerlo: las compresas y los tampones de todos los tamaños, formas, con alas, sin alas, super, perladas.... que convierten nuestra sangre en algo azul y con un olor extrañamente químico...



Las compresas y tampones comerciales llevan tóxicos químicos que en nada nos benefician y que encima nos mantienen fuera de nuestro ciclo, es un estado de enajenación menstrual, haciendo como que no existe la regla durante esos días, haciendo como que somos chicas superchachis que podemos seguir llevando el ritmo y con todos los compromisos que adquirimos...


¿Y si ese dolor que sentimos fuera una llamada de atención de nuestro ciclo para que conectemos con la sabiduría de nuestro cuerpo? ¿Y qué hacemos? Nos tomamos una pastilla para no sentir, para no conectar, para no saber....


Es el momento de que tomemos conciencia de nuestro cuerpo, de nuestro ciclo y de que sangramos cada mes, y darnos cuenta que no es algo negativo ni un castigo...sino todo lo contrario, démosle la vuelta, aliémonos con nuestra sabiduría corporal y menstrual. Empecemos poco a poco, un mes probando otra manera de recoger la sangre, otro mes escuchando nuestro cuerpo, otro hablando de lo que sentimos, otro dibujándolo, otro no llevando tampón, otro descansando, otro respetándonos...


Así poco a poco bajaremos de ese mundo de nubes, de compresas aladas y tampones milagrosos, y aterrizaremos en nuestro cuerpo que nos chivará todo lo que le pasa y lo que necesita.

<3



lunes, 20 de enero de 2014

A vueltas con la tristeza...

Ando a vueltas con la tristeza...Tengo una herida y ahora escuece...Busco  algodón y agua oxigenada pero aún es pronto para la postilla....Debo darle tiempo....Poco a poco sanará...Ahora escuece...Algo ya no es como antes y eso duele dentro....Muy dentro...Justo en mi útero... Busco como una loba una señal que me apacigue el alma...Encuentro paz mirando la Luna....Al mirarla veo reflejada todo el caldero de agua que se mece en mi útero...Agua que ahora rebrota por mis lagrimales...Agua salada que sana la herida...

Me doy cuenta de que mi herida está abierta...y sanando...

Todxs huimos de la tristeza y de las personas que están tristes....

No sabemos gestionar nuestra tristeza...Nos recuerda que una vez éramos pequeñxs y que llorábamos sin consuelo...Nos recuerda que después de la tristeza viene un adiós....Nos recuerda que la tristeza implica dolor y daño....

La tristeza no tiene buena prensa...Huimos despavoridxs por si acaso nos salpica algo...Vivimos en una falsa alegría...Porque la tristeza es parte de la vida nos enseña a despedirnos y a crecer. Más nadie nos enseña. Sin embargo miro alrededor y todo el mundo está triste, apáticx, contagiadx del virus de la crisis y de la desesperanza...

Mi tristeza es temporal, porque en la vida todo es cambiante y fluyente.

Acaso la Tierra está triste con tanta persona gris pululando por ahí....Acaso los peces están tristes y dejan de nadar por el río o por los mares? Acaso los pájaros han hecho huelga y ya no pían al alba? Acaso los caballos y las yeguas están tristes y no quieren correr libres por el campo? Acaso las águilas no quieren planear desde lo más alto? Acaso un gato yace triste en la ventana?....

Ellxs a pesar de todo están conectadxs con la naturaleza...

Quizá la Tierra esté triste pero sólo porque no consigue que nos comuniquemos con ella como toda madre desea de sus hijxs...quizá esté triste porque quiere que la respetemos, que le devolvamos sus árboles sus prados, sus valles, su aire y su agua en estado puro....Quizá esté triste porque desea con todas sus fuerzas que los animales pasten libres por los campos y no sean explotados ni maltratados...Quizá esté triste porque la mujer no esté ocupando su lugar ni se sienta bien tratada...Quizá esté triste porque el hombre está perdido y no encuentra su lugar...

Hoy estoy triste y alegre a la vez porque estoy viva y siento mi cuerpo en la tierra y mis lágrimas correr por mi cara.

Hoy es un gran día porque estoy aquí y ahora y este instante es inmejorable e irrepetible.

<3